Una de las mayores preocupaciones que tienen las pacientes al plantearse el someterse a un aumento de pecho son los dolores postoperatorios. Generalmente las molestias y la sensación de tirantez suelen sentirse durante las primeras 48 horas luego de la intervención. Pasado los 2 días se comienza a aliviar significativamente.
Pasados los primeros 4 días ya es posible que la paciente pueda comenzar a realizar con cierta normalidad su vida teniendo limitaciones como el esfuerzo a realizar con los brazos. Cuando se cumplan los 7 días de la operación se retiran los puntos.
A partir del primer mes se puede comenzar a incorporar rutinas de ejercicio físico de forma progresiva sin mucho esfuerzo. La cicatriz comienza a mejorar de forma notable su aspecto rosado y se va normalizando la sensibilidad cutánea.
Durante el primer año se realizará un seguimiento minucioso para controlar que la recuperación evoluciona correctamente. Luego de esto se determinará si es necesario pautar revisiones anuales.